Los niños deberían estar en contacto con la naturaleza y con la calle para aprender a interactuar con el entorno que les rodea desde bien pequeños.
Los beneficios de jugar al aire libre son muchos: ejercicio, imaginación, creatividad, autonomía, relaciones sociales, unión familiar.
Momentos inolvidables con toda la familia donde dedicar a nuestros hijos lo mejor que tenemos: nuestro tiempo.
¡Alternativas saludables a las vídeo consolas y a las pantallas!
¿Jugamos?