Los bebés desde que nacen están en continuo descubrimiento, en continuo aprendizaje. Explorando su cuerpo, otros objetos y a las personas, van desarrollándose. Los tocan, los muerden, los tiran... es, a través de esta exploración, cuando el niño empieza a conocer las relaciones entre lo que ha hecho y la consecuencia que ha tenido, es decir la causa- efecto de las cosas.
Esta habilidad es esencial para comprender el mundo que les rodea y fundamental para su aprendizaje. Por ejemplo, si andan tirando de un arrastre y ven que éste también se mueve, relacionarán su acto con el resultado.
A medida que van creciendo, esta comprensión será más compleja y a través de juegos experimentales podrán llegar a conocer la respuesta de muchos de los interrogantes que pasen por sus mentes curiosas.
Juguetes científicos, juguetes musicales, de experimentos, pistas de canicas, encajables... todo un mundo para ¡jugar y descubrir!