A partir de los 4 años, la imaginación predomina en sus juegos. Además, los amigos ya forman parte de su vida y les encanta jugar con ellos.
Los juegos educativos deben seguir formando parte de su aprendizaje, con ellos refuerzan conceptos y aprenden de una manera divertida.
Les encanta jugar con los amigos o la familia, mejorando así sus habilidades de socialización y mejorando la comunicación.
Además, su motricidad ya está desarrollada y se sienten seguros, ya sea montando en un patinete, bicicleta o realizando juegos de habilidad.
Los puzzles y los juegos de razonamiento también serán una buena opción para estimular sus habilidades cognitivas, así como las manualidades y los juegos artísticos para desarrollar su creatividad.